lunes, 19 de noviembre de 2012

Alma...de lobo

Paseando por la vida, casi sin darme cuenta, y sin esperarlo, apareciste de repente en mi camino.
No quise agarrar tu mano, ni perderme en esos ojos de mirada infinita, ni que me besaras nada más verme, ni que me apartaras el pelo de la cara.
Tampoco quise que me invitaras a cenar, ni ver películas contigo, ni reír a carcajadas, ni quise estremecerme la primera vez que te oí tocar.
No quise sentir mariposas en el estómago, ni quise conocer a tus amigos, ni tampoco correr bajo la lluvia, ni contemplar las estrellas.
No quise desayunos en la cama, ni almuerzos sorpresa, ni flores, ni detalles, ...
No quise conocerte, ni tampoco amarte...
Sin embargo, dejarte entrar en mi vida, es lo más bonito que me ha pasado jamás.
Y cada día que pasa me haces más y más feliz. Porque conocerte, quizás sea la aventura más grande que he vivido.
Tu sinceridad, a veces llega como jarro de agua fría en enero, pero me haces mantenerme en pie, a pesar del vendaval.
Y las hojas de los árboles tienen un brillo especial, si camino contigo al lado. Y el aire huele diferente, y el sol no quema, y el frío no hiela.
Tu magia es tan grande que haces que me olvide de los días grises cuando me abrazas.
Así que gracias...gracias por compartir tu vida conmigo. Gracias por caminar a mi lado. Gracias por estar ahí, incluso cuando la vida se mancha de tristeza.
Gracias por ser tú, y querer formar equipo conmigo.


martes, 14 de agosto de 2012

Vértigo

"...trastorno del sentido del equilibrio que se caracteriza por una sensación de falta de estabilidad. La persona que sufre vértigo siente que los objetos giran a su alrededor o que ella misma experimenta un movimiento rotatorio del cuerpo..."

La vida en sí da vértigo...Recuerdo la sensación de temblor, inestabilidad y movimiento involuntario al bajar por la escalera de caracol de la Sagrada Familia de Barcelona. Todo giraba, yo giraba y era incapaz de controlar mis piernas...Resulta que era vértigo, o "miedo a las alturas".


Cuando creo haber superado el vértigo, resulta que vuelve, pero de forma diferente. Mirar hacia delante me da vértigo. Y, hacia atrás, prefiero no hacerlo, o evitarlo (aunque a veces no lo pueda controlar). Y...¿qué hacer cuándo el presente también te da vértigo?


Es ahí cuando surge el, digamos,..."problema". A veces el vértigo que sentimos lo creamos nosotros mismos. Puede manifestarse de varias maneras, y en diversas situaciones. Hay personas a las que les da vértigo adoptar una mascota, comprar un CD, dejar un cepillo de dientes en un baño ajeno (me viene a la cabeza un capítulo de Sexo en Nueva York), prestar una camiseta, dar un abrazo, recomendar un libro, recibir un regalo, etc...

La sensación que se experimenta es la del suelo temblando bajo los pies, como si se desmoronase, como caminar por un puente colgante. Todos hemos sufrido de vértigo alguna vez, por algún motivo, en algún lugar y momento determinado. 

Muchas veces, este "vértigo" nos desequilibra más de la cuenta. Debemos evitar hacernos presos de él. Esa sensación de cosquilleo e inestabilidad no es mala, si sabemos controlarla. 
Si es cierto que controlar los sentimientos es como "ponerle puertas al campo" (parafraseando a un amigo mio). Pero no dejar que nos dominen es tarea nuestra. 

El vértigo puede venir de la mano del rencor, la envidia, la inseguridad, el miedo,... Todos esos "malos" sentimientos que se cuelan en nuestro día a día. Y que, no podemos evitar sentir, pero sí evitar que nos dominen.


El diálogo directo con gente cercana puede ayudarnos, pero lo que mejor nos puede venir es un monólogo interior, en silencio, y escucharnos a nosotros mismos.

Sólo nosotros conocemos el verdadero por qué de nuestros vértigos. El motivo, la circunstancia que los desencadena, etc.

Sentir vértigo, supongo que no es malo, es una forma que tiene la vida de llamarnos la atención ante diferentes situaciones. Lo que sí tenemos que cuidar, es que no nos domine. El control de nuestra vida ha de ser nuestro. 

Somos seres únicos, no títeres...






lunes, 6 de agosto de 2012

Annie

Me desvelo pensando en nada...Y, antes de que suene el despertador, me levanto, me lavo la cara y desayuno. Todo muy trivial, todo muy mecánico.
Me ducho, me visto, preparo el bolso (cartera, agenda, llaves, móvil, neceser, pañuelos de papel, y el guión original de Annie Hall, una de mis películas favoritas), y salgo a a calle. 
Me gusta pasear, me gusta ir a los sitios caminando. Me parece que con el ritmo de vida que llevamos, deberíamos caminar más. Y observar más. Detenernos aunque sean unos minutos a disfrutar de lo que nos rodea.
Hoy iba al médico, la verdad, es que me ha dicho que estoy sana como una pera, lo cual reconforta. Así que seguí mi camino. Observando los árboles mecidos por el aire caliente del terral, dejando pasar los rayos de sol entre sus hojas y ramas. Me senté en un banco, un momento, sólo unos minutos. Una pausa, pequeña. Aun era temprano, y, ya se sabe que en verano, las calles despiertan más tarde. Por lo que hasta podía distinguir el sonido de los pájaros en plena ciudad.
Y, aunque intenté no pensar en nada...es algo bastante complicado. Y una imagen asaltó mi cabeza, "Cary Grant". Lo había visto esta mañana en un programa de televisión mientras desayunaba. En uno de esos canales en los que sólo echan películas. Y pensé en él, besando a Grace Kelly en "Atrapa a un ladrón", o montado en moto con Audry en "Vacaciones en Roma". 
De pequeña, soñaba con ser una de esas guapas actrices de Hollywood, con sus vestidos elegantes, siempre sonrientes y bien peinadas (lo cual en mi caso hubiese sido "misión imposible").
Me gusta imaginarme la vida como en las películas. Es mucho más divertido y menos triste.
Pero, siempre quise ser Dianne Keaton. Siempre quise ser la excéntrica Annie Hall. Y poder llevar corbata y chaleco. Y no tener miedo a decir lo que pienso. Y enamorarme sin reparo.
Sí, Annie y su eterna sonrisa (¡y ese pelo!). La valiente Annie. La loca de Annie....
Creo que es uno de mis personajes favoritos del cine....Tan imperfectamente perfecta, que enamora.
Y esa voz....Quien pudiese ser Annie Hall...Sólo unos minutos....


Se hace camino al andar....

Este sabado, asistí a. posiblemente, uno de los mejores conciertos de mi vida. Se trata de la gira "Dos pájaros contratacan" de Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina. Y, en estos tiempos que corren, de angustia y desesperación, de crisis y miedos, al oír de nuevo esta canción, recordé, que hay que mantener la vista al frente, levantar la cabeza y no perder nunca la esperanza... Grande Serrat, grande Sabina, grande Machado....

Todo pasa y todo queda, 
pero lo nuestro es pasar, 
pasar haciendo caminos, 
caminos sobre la mar. 

Nunca perseguí la gloria, 
ni dejar en la memoria 
de los hombres mi canción; 
yo amo los mundos sutiles, 
ingrávidos y gentiles, 
como pompas de jabón. 

Me gusta verlos pintarse 
de sol y grana, volar 
bajo el cielo azul, temblar 
súbitamente y quebrarse. 

Nunca perseguí la gloria... 

Caminante, son tus huellas 
el camino y nada más; 
caminante, no hay camino, 
se hace camino al andar. 

Al andar se hace camino 
y al volver la vista atrás 
se ve la senda que nunca 
se ha de volver a pisar. 

Caminante no hay camino 
sino estelas en la mar... 

Hace algún tiempo en ese lugar 
donde hoy los bosques se visten de espinos 
se oyó la voz de un poeta gritar: 
«Caminante no hay camino, 
se hace camino al andar...» 
golpe a golpe, verso a verso... 

Murió el poeta lejos del hogar. 
Le cubre el polvo de un país vecino. 
Al alejarse le vieron llorar. 
«Caminante no hay camino, 
se hace camino al andar...» 
golpe a golpe, verso a verso... 

Cuando el jilguero no puede cantar, 
cuando el poeta es un peregrino, 
cuando de nada nos sirve rezar. 
«Caminante no hay camino, 
se hace camino al andar...» 
golpe a golpe, verso a verso.

martes, 24 de julio de 2012

Perfecto imperfecto


Esta entrada, no es cosecha mía, sino de Rafael Medina, cuyo blog leo en ocasiones, gracias a los enlaces que me pasa mi amiga Elena. Sabéis que pienso que todo ocurre por algún motivo, y de repente, en el momento más idóneo, me encontré con este texto...Espero que lo disfrutéis y mastiquéis como lo he hecho yo....

"Menos mal que ya soy perfecto. Me estaba agobiando. Siempre veía que me faltaba algo, alguna cosilla que arreglar, alguna carencia de algo superimportante que me hacía sentir incompleto, vacío, insatisfecho. Siempre un poco mosca, muy preocupado por ser bueno, y amable, y muy solidario y siempre dispuesto y apuesto, y contento, y saludable y correcto. Qué alivio aflojar un poquito. Mi práctica era casi perfecta. Esto es disciplinada, constante y sincera y honesta y digna de mención. Pero desde que le quité el "mi" a la práctica ya ni practico y además me da igual, y me relajo hasta en savasana (esto es tirado a la bartola). 

Puede que esto no tenga ningún significado para ti que estás leyendo esto, pero eso ya tampoco importa.  Cada vez importa menos, menos preocupación, menos vueltas a las cosas, las cosas más sencillas y más sencillas las cosas, y tampoco era para tanto, eran más la vueltas y las preocupaciones y el intentar llegar a no sé dónde y lo antes posible, que el hecho impepinable de que estamos aquí y ahora y que fuera de esas coordenadas se empieza a enturbiar y a omplicar la cosa,  y a dar muchos quebraderos de cabeza, y yo ya no estoy para tanta tontería.

En fin, no penséis que me he vuelto loco, aunque un poco sí. El caso es que ya nos podemos relajar, ya somos lo que queremos ser y esto es una gran noticia. Ya somos perfectos, y perfectas, aunque una vocecita en la cabeza afirme que "verás qué bien vamos a estar cuando esto o cuando lo otro", o aquello de "si no hubieras dicho o hecho tal o cual cosa, lo felices que seríamos ahora, oye". Hay que ver, anda hijo que siempre estás igual y cambia ya el disco. Todo está bien, así como está, y estará bien cuando sea de cualquier otra forma, porque la forma es forma y no podemos esperar encontrar estabilidad y solidez en algo tan inestable e impermanente como la forma, Párate, respira, siente la vida recorriendo tu cuerpo, todo está bien, todo está en su sitio, todo está cambiando sin que cambie nada, en lo profundo, en la esencia, una gran nada sustentando este todo que se sumerge de nuevo en la nada. 

¿Y que podemos hacer, entonces? Haz lo que te de la gana, di lo que te parezca, baila con la que más te guste si se deja y si no date la vuelta y sigue bailando, cantando, riendo soñando este sueño de locos, sigue jugando para ganar aunque pierdas, o piérdelo todo para ganar, y gánalo todo para perderlo, pero sobre todo ama, "ama y haz lo que quieras" como decía San Agustín, y qué razón tenía este bendito de Dios.

Yo estaba esperando a ser perfecto para poder ser feliz, y, la verdad, ahora que lo soy me siento liviano como una brizna de hierba, y luminoso como el sol del medio día, casi cegado, abierto en canal y enamorado. De lo único que tengo ganas es de tocar la guitarrita y de tostarme en la playa, que para eso es veranito, y todo va más lento, porque no se puede ir rápido con estas calores, y así es como es. Perfecto."

Conclusión: Yo quiero ser una perfecta imperfecta....:)

lunes, 4 de junio de 2012

Cambiante

Y de repente, escuchas la letra de una canción que te conmovió la primera vez que la escuchaste, y cobra un nuevo significado. Lo mismo pasa al volver a un lugar, al leer o un libro, al ver una película, o contemplar una obra de arte. Todo cambia de rumbo según el momento de tu vida en el que estés.
Y este fin de semana volví a escuchar esta canción, y, mirándote  los ojos respiré tranquila...Gracias por darme tanta paz...

Se le nota en la voz, por dentro es de colores,
y le sobra el valor que le falta a mis noches.
Y se juega la vida
siempre en causas perdidas.

Ojala que me la encuentre ya entre tantas flores.
Ojala que se llame amapola,
que me coja la mano y me diga que sola...
No comprende la vida, no.
Y que me pida más más más más, dame más.
Y que me pida.

Es capaz de nadar en el mar más profundo.
Igual que un superhéroe, de salvar al mundo.
Donde rompen las olas
salva una caracola.

Ojala que me despierte y no busque razones.
Ojala que empezara de cero,
y poderle decir que he pasado la vida
sin saber que la espero, no.
Y sin que me pida más más más más, dame más.
Sin que me pida.

Si te vas
me quedo en esta calle sin salida, sin salida.
Que este bar
está cansado ya de despedidas, de despedidas.
........
Quédate muy cerca de mi,
así los dos, dulce madrugada.
Mírame y vuelve a sonreír,
que sino, yo no comprendo nada.