lunes, 19 de noviembre de 2012

Alma...de lobo

Paseando por la vida, casi sin darme cuenta, y sin esperarlo, apareciste de repente en mi camino.
No quise agarrar tu mano, ni perderme en esos ojos de mirada infinita, ni que me besaras nada más verme, ni que me apartaras el pelo de la cara.
Tampoco quise que me invitaras a cenar, ni ver películas contigo, ni reír a carcajadas, ni quise estremecerme la primera vez que te oí tocar.
No quise sentir mariposas en el estómago, ni quise conocer a tus amigos, ni tampoco correr bajo la lluvia, ni contemplar las estrellas.
No quise desayunos en la cama, ni almuerzos sorpresa, ni flores, ni detalles, ...
No quise conocerte, ni tampoco amarte...
Sin embargo, dejarte entrar en mi vida, es lo más bonito que me ha pasado jamás.
Y cada día que pasa me haces más y más feliz. Porque conocerte, quizás sea la aventura más grande que he vivido.
Tu sinceridad, a veces llega como jarro de agua fría en enero, pero me haces mantenerme en pie, a pesar del vendaval.
Y las hojas de los árboles tienen un brillo especial, si camino contigo al lado. Y el aire huele diferente, y el sol no quema, y el frío no hiela.
Tu magia es tan grande que haces que me olvide de los días grises cuando me abrazas.
Así que gracias...gracias por compartir tu vida conmigo. Gracias por caminar a mi lado. Gracias por estar ahí, incluso cuando la vida se mancha de tristeza.
Gracias por ser tú, y querer formar equipo conmigo.


martes, 14 de agosto de 2012

Vértigo

"...trastorno del sentido del equilibrio que se caracteriza por una sensación de falta de estabilidad. La persona que sufre vértigo siente que los objetos giran a su alrededor o que ella misma experimenta un movimiento rotatorio del cuerpo..."

La vida en sí da vértigo...Recuerdo la sensación de temblor, inestabilidad y movimiento involuntario al bajar por la escalera de caracol de la Sagrada Familia de Barcelona. Todo giraba, yo giraba y era incapaz de controlar mis piernas...Resulta que era vértigo, o "miedo a las alturas".


Cuando creo haber superado el vértigo, resulta que vuelve, pero de forma diferente. Mirar hacia delante me da vértigo. Y, hacia atrás, prefiero no hacerlo, o evitarlo (aunque a veces no lo pueda controlar). Y...¿qué hacer cuándo el presente también te da vértigo?


Es ahí cuando surge el, digamos,..."problema". A veces el vértigo que sentimos lo creamos nosotros mismos. Puede manifestarse de varias maneras, y en diversas situaciones. Hay personas a las que les da vértigo adoptar una mascota, comprar un CD, dejar un cepillo de dientes en un baño ajeno (me viene a la cabeza un capítulo de Sexo en Nueva York), prestar una camiseta, dar un abrazo, recomendar un libro, recibir un regalo, etc...

La sensación que se experimenta es la del suelo temblando bajo los pies, como si se desmoronase, como caminar por un puente colgante. Todos hemos sufrido de vértigo alguna vez, por algún motivo, en algún lugar y momento determinado. 

Muchas veces, este "vértigo" nos desequilibra más de la cuenta. Debemos evitar hacernos presos de él. Esa sensación de cosquilleo e inestabilidad no es mala, si sabemos controlarla. 
Si es cierto que controlar los sentimientos es como "ponerle puertas al campo" (parafraseando a un amigo mio). Pero no dejar que nos dominen es tarea nuestra. 

El vértigo puede venir de la mano del rencor, la envidia, la inseguridad, el miedo,... Todos esos "malos" sentimientos que se cuelan en nuestro día a día. Y que, no podemos evitar sentir, pero sí evitar que nos dominen.


El diálogo directo con gente cercana puede ayudarnos, pero lo que mejor nos puede venir es un monólogo interior, en silencio, y escucharnos a nosotros mismos.

Sólo nosotros conocemos el verdadero por qué de nuestros vértigos. El motivo, la circunstancia que los desencadena, etc.

Sentir vértigo, supongo que no es malo, es una forma que tiene la vida de llamarnos la atención ante diferentes situaciones. Lo que sí tenemos que cuidar, es que no nos domine. El control de nuestra vida ha de ser nuestro. 

Somos seres únicos, no títeres...






lunes, 6 de agosto de 2012

Annie

Me desvelo pensando en nada...Y, antes de que suene el despertador, me levanto, me lavo la cara y desayuno. Todo muy trivial, todo muy mecánico.
Me ducho, me visto, preparo el bolso (cartera, agenda, llaves, móvil, neceser, pañuelos de papel, y el guión original de Annie Hall, una de mis películas favoritas), y salgo a a calle. 
Me gusta pasear, me gusta ir a los sitios caminando. Me parece que con el ritmo de vida que llevamos, deberíamos caminar más. Y observar más. Detenernos aunque sean unos minutos a disfrutar de lo que nos rodea.
Hoy iba al médico, la verdad, es que me ha dicho que estoy sana como una pera, lo cual reconforta. Así que seguí mi camino. Observando los árboles mecidos por el aire caliente del terral, dejando pasar los rayos de sol entre sus hojas y ramas. Me senté en un banco, un momento, sólo unos minutos. Una pausa, pequeña. Aun era temprano, y, ya se sabe que en verano, las calles despiertan más tarde. Por lo que hasta podía distinguir el sonido de los pájaros en plena ciudad.
Y, aunque intenté no pensar en nada...es algo bastante complicado. Y una imagen asaltó mi cabeza, "Cary Grant". Lo había visto esta mañana en un programa de televisión mientras desayunaba. En uno de esos canales en los que sólo echan películas. Y pensé en él, besando a Grace Kelly en "Atrapa a un ladrón", o montado en moto con Audry en "Vacaciones en Roma". 
De pequeña, soñaba con ser una de esas guapas actrices de Hollywood, con sus vestidos elegantes, siempre sonrientes y bien peinadas (lo cual en mi caso hubiese sido "misión imposible").
Me gusta imaginarme la vida como en las películas. Es mucho más divertido y menos triste.
Pero, siempre quise ser Dianne Keaton. Siempre quise ser la excéntrica Annie Hall. Y poder llevar corbata y chaleco. Y no tener miedo a decir lo que pienso. Y enamorarme sin reparo.
Sí, Annie y su eterna sonrisa (¡y ese pelo!). La valiente Annie. La loca de Annie....
Creo que es uno de mis personajes favoritos del cine....Tan imperfectamente perfecta, que enamora.
Y esa voz....Quien pudiese ser Annie Hall...Sólo unos minutos....


Se hace camino al andar....

Este sabado, asistí a. posiblemente, uno de los mejores conciertos de mi vida. Se trata de la gira "Dos pájaros contratacan" de Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina. Y, en estos tiempos que corren, de angustia y desesperación, de crisis y miedos, al oír de nuevo esta canción, recordé, que hay que mantener la vista al frente, levantar la cabeza y no perder nunca la esperanza... Grande Serrat, grande Sabina, grande Machado....

Todo pasa y todo queda, 
pero lo nuestro es pasar, 
pasar haciendo caminos, 
caminos sobre la mar. 

Nunca perseguí la gloria, 
ni dejar en la memoria 
de los hombres mi canción; 
yo amo los mundos sutiles, 
ingrávidos y gentiles, 
como pompas de jabón. 

Me gusta verlos pintarse 
de sol y grana, volar 
bajo el cielo azul, temblar 
súbitamente y quebrarse. 

Nunca perseguí la gloria... 

Caminante, son tus huellas 
el camino y nada más; 
caminante, no hay camino, 
se hace camino al andar. 

Al andar se hace camino 
y al volver la vista atrás 
se ve la senda que nunca 
se ha de volver a pisar. 

Caminante no hay camino 
sino estelas en la mar... 

Hace algún tiempo en ese lugar 
donde hoy los bosques se visten de espinos 
se oyó la voz de un poeta gritar: 
«Caminante no hay camino, 
se hace camino al andar...» 
golpe a golpe, verso a verso... 

Murió el poeta lejos del hogar. 
Le cubre el polvo de un país vecino. 
Al alejarse le vieron llorar. 
«Caminante no hay camino, 
se hace camino al andar...» 
golpe a golpe, verso a verso... 

Cuando el jilguero no puede cantar, 
cuando el poeta es un peregrino, 
cuando de nada nos sirve rezar. 
«Caminante no hay camino, 
se hace camino al andar...» 
golpe a golpe, verso a verso.

martes, 24 de julio de 2012

Perfecto imperfecto


Esta entrada, no es cosecha mía, sino de Rafael Medina, cuyo blog leo en ocasiones, gracias a los enlaces que me pasa mi amiga Elena. Sabéis que pienso que todo ocurre por algún motivo, y de repente, en el momento más idóneo, me encontré con este texto...Espero que lo disfrutéis y mastiquéis como lo he hecho yo....

"Menos mal que ya soy perfecto. Me estaba agobiando. Siempre veía que me faltaba algo, alguna cosilla que arreglar, alguna carencia de algo superimportante que me hacía sentir incompleto, vacío, insatisfecho. Siempre un poco mosca, muy preocupado por ser bueno, y amable, y muy solidario y siempre dispuesto y apuesto, y contento, y saludable y correcto. Qué alivio aflojar un poquito. Mi práctica era casi perfecta. Esto es disciplinada, constante y sincera y honesta y digna de mención. Pero desde que le quité el "mi" a la práctica ya ni practico y además me da igual, y me relajo hasta en savasana (esto es tirado a la bartola). 

Puede que esto no tenga ningún significado para ti que estás leyendo esto, pero eso ya tampoco importa.  Cada vez importa menos, menos preocupación, menos vueltas a las cosas, las cosas más sencillas y más sencillas las cosas, y tampoco era para tanto, eran más la vueltas y las preocupaciones y el intentar llegar a no sé dónde y lo antes posible, que el hecho impepinable de que estamos aquí y ahora y que fuera de esas coordenadas se empieza a enturbiar y a omplicar la cosa,  y a dar muchos quebraderos de cabeza, y yo ya no estoy para tanta tontería.

En fin, no penséis que me he vuelto loco, aunque un poco sí. El caso es que ya nos podemos relajar, ya somos lo que queremos ser y esto es una gran noticia. Ya somos perfectos, y perfectas, aunque una vocecita en la cabeza afirme que "verás qué bien vamos a estar cuando esto o cuando lo otro", o aquello de "si no hubieras dicho o hecho tal o cual cosa, lo felices que seríamos ahora, oye". Hay que ver, anda hijo que siempre estás igual y cambia ya el disco. Todo está bien, así como está, y estará bien cuando sea de cualquier otra forma, porque la forma es forma y no podemos esperar encontrar estabilidad y solidez en algo tan inestable e impermanente como la forma, Párate, respira, siente la vida recorriendo tu cuerpo, todo está bien, todo está en su sitio, todo está cambiando sin que cambie nada, en lo profundo, en la esencia, una gran nada sustentando este todo que se sumerge de nuevo en la nada. 

¿Y que podemos hacer, entonces? Haz lo que te de la gana, di lo que te parezca, baila con la que más te guste si se deja y si no date la vuelta y sigue bailando, cantando, riendo soñando este sueño de locos, sigue jugando para ganar aunque pierdas, o piérdelo todo para ganar, y gánalo todo para perderlo, pero sobre todo ama, "ama y haz lo que quieras" como decía San Agustín, y qué razón tenía este bendito de Dios.

Yo estaba esperando a ser perfecto para poder ser feliz, y, la verdad, ahora que lo soy me siento liviano como una brizna de hierba, y luminoso como el sol del medio día, casi cegado, abierto en canal y enamorado. De lo único que tengo ganas es de tocar la guitarrita y de tostarme en la playa, que para eso es veranito, y todo va más lento, porque no se puede ir rápido con estas calores, y así es como es. Perfecto."

Conclusión: Yo quiero ser una perfecta imperfecta....:)

lunes, 4 de junio de 2012

Cambiante

Y de repente, escuchas la letra de una canción que te conmovió la primera vez que la escuchaste, y cobra un nuevo significado. Lo mismo pasa al volver a un lugar, al leer o un libro, al ver una película, o contemplar una obra de arte. Todo cambia de rumbo según el momento de tu vida en el que estés.
Y este fin de semana volví a escuchar esta canción, y, mirándote  los ojos respiré tranquila...Gracias por darme tanta paz...

Se le nota en la voz, por dentro es de colores,
y le sobra el valor que le falta a mis noches.
Y se juega la vida
siempre en causas perdidas.

Ojala que me la encuentre ya entre tantas flores.
Ojala que se llame amapola,
que me coja la mano y me diga que sola...
No comprende la vida, no.
Y que me pida más más más más, dame más.
Y que me pida.

Es capaz de nadar en el mar más profundo.
Igual que un superhéroe, de salvar al mundo.
Donde rompen las olas
salva una caracola.

Ojala que me despierte y no busque razones.
Ojala que empezara de cero,
y poderle decir que he pasado la vida
sin saber que la espero, no.
Y sin que me pida más más más más, dame más.
Sin que me pida.

Si te vas
me quedo en esta calle sin salida, sin salida.
Que este bar
está cansado ya de despedidas, de despedidas.
........
Quédate muy cerca de mi,
así los dos, dulce madrugada.
Mírame y vuelve a sonreír,
que sino, yo no comprendo nada.

martes, 29 de mayo de 2012

Un suplente en el banquillo

Hay ocasiones en nuestras vidas en las que nos encantaría poder disponer de un mando a distancia y poder darle al "pause". Congelar ciertos momentos, o simplemente pararlos para respirar.
Existen circunstancias que nos hacen forzar nuestra máquina hasta límites insospechados, tensar la cuerda al máximo, exprimir hasta la última gota el jugo de nuestras fuerzas...Y, en esos momentos, desearíamos poder tener un suplente en el banquillo. Alguien que saliera a "jugar" por nosotros, alguien a quien ceder el testigo de la carrera,...Pero, no puede ser.
Así que en esos instantes, en los que lo único que queremos es tirar la toalla y abandonar, en los que el agotamiento se apodera de nosotros, y el cuerpo y la mente se transforman en pesadas losas, debemos hacer una pequeña reflexión.
La vida es cíclica, esto lo he repetido varias veces, así que dejémonos de suplentes y pensemos en salir al campo a batear fuerte. El partido tiene una duración determinada, no hay partidos eternos, ni tormentas infinitas, ni los mares se secan.
Es bueno contar con ayuda de aquellos que nos rodean, pero pensando siempre, que no debemos confundir "ayuda" con "dependencia". Los que nos tienden su mano, no quieren ser suplentes, sólo quieren ser la mano que te empuja a levantarte. Es importante no confundir esto. Todos tenemos límites, todos nos cansamos, pero lo que no podemos hacer es dejar que esa situación de "no poder más" se apodere de nosotros. Incluso cuando sea verdad que no podemos más.
Yo, ahora mismo, quizás necesite un suplente en el banquillo...Pero en el fondo sé, que esto pasará pronto. Que hay luz al final del túnel, y que puedo contar con tu mano para levantarme.
Tú puedes contar con la mía para levantarte...





lunes, 30 de abril de 2012

París, je t'aime...

No sé si será su luz, el contraste de sus calles, el color, el olor a perfume, pan au chocolat, queso, madera, especias, macarrons,... El sonido del violín y el acordeón, el de las aguas del Sena, el swing que sale de la cueva de Huchette, los silbidos sorpresa,....Hoy he recordado tus calles, tus olores, tus colores, y...te he echado de menos.... :)

jueves, 26 de abril de 2012

Preguntas inocentes

-"Mamá, ¿por qué se pierden las cosas?"
- "Por despiste, por no prestarles atención, no cuidarlas,...."
-"Mmmm....¿y las personas?"....
- ".............Exactamente por lo mismo".





( al menos el 80% de las veces)


viernes, 13 de abril de 2012

Ñoña

Días raros, o regulares. De esos que se nublan sin venir a cuento. De esos en los que sólo apetece quedarse en la cama con la cabeza debajo del edredón nórdico. De esos en los que piensas que no sabes si estás actuando correctamente. De esos en los que ni siquiera un trozo de chocolate puede arreglarlo. De esos que te producen jaqueca. De esos en los que no te apetece ni hablar...
Sí, de esos,....todos sabéis a lo que me refiero...
De esos en los que sientes que el apoyo de los que te quieren te hace fuerte. De esos que soplando fuerte, hasta las nubes se apartan. De esos en los que pasar el día en la cama, es necesario, pero contigo. De esos en los que actuar como sientes, y no pensarlo, es a veces la mejor opción. De esos en los que tu sonrisa es el mejor antídoto. De esos en los que un abrazo hace desaparecer todo dolor físico. De esos en los que hablando, todo se disipa...
Sí, de esos,....
Porque ser feliz es más fácil de lo que parece. Porque contigo a mi lado, podemos con todo. Porque, aunque estemos tristes, siempre estaremos ahí. Porque caminar de tu mano me hace no tener miedo.
Gracias....Los días raros pasarán.
(Ñoñería 100%, pero necesitaba plasmarlo....).

miércoles, 14 de marzo de 2012

Mujeres bajo la luna

No creo en las casualidades. Todo ocurre por algún motivo o razón. Quizás sea por esto que ahora me encuentro aquí escribiendo. Llevo unos días intentando encontrar un momento de inspiración. Un minuto de sosiego para ponerme con esta nueva entrada.
Sentada al sol, con vistas a la Alcazaba, creo que no puede haberse dado el momento y marco mejores.
Este fin de semana pasado tenía previsto irme con mi amiga Toñi a un seminario sobre "La importancia del ser" con un grupo de gente encantadora. Pero, las circunstancias me llevaron a vivir un encuentro mágico, que no esperaba. Cuando no esperas, la vida no deja e sorprenderte.
Otra amiga, Elena (una de las personas más especiales con las que me he cruzado en mi vida), decidió realizar una cena homenaje de reconocimiento hacia las mujeres valiosas con las que cuenta en su vida. Y yo fui invitada, ya que según Elena, era una de ellas (lo cual me halagó bastante).
El sitio, precioso, y el clan de mujeres bellas que allí se reunió lo era aun más.
Fue muy emotivo, energético y mágico aquel encuentro. Conocí a un montón de mujeres impresionantes. Madres de familia luchadoras, trabajadoras, pacientes, amorosas, guerreras. Personas especiales con un magnetismo casi hipnótico en la mirada. Otras, cuya creatividad rebosaba por los poros de la piel. Algunas con una sensualidad y sensibilidad de lo más cautivadora. Vocaciones marcadas en las arrugas de la piel que seguían brillando en los ojos con la ilusión del primer día.
Al principio, y conforme iba descubriendo a aquellas mujeres tan especiales, me sentí un poco desubicada. Nunca me he considerado especial. No entendí, que había podido aportar yo a la vida de Elena para que quisiera rendir homenaje a dicha labor. Pero conforme iba avanzando la velada, me di cuenta de lo importante que somos las personas, y que con un simple buen gesto podemos hacer un poquito más llevadera la existencia de cualquiera que nos rodee.
Todos somos piedras preciosas, que al darnos un rayo de sol, brillamos y proyectamos esa luz en los demás. Todo lo que admiramos de otras personas, también se refleja en nosotros.
Todos somos especiales y capaces de hacer y conseguir todo lo que nos propongamos.
Todos podemos hacer felices al mundo, con pequeños gestos. Porque si te amas, das amor; si te honras, honras a los demás; si te respetas, el respeto será tu mayor arma; si te aceptas, aceptarás, y acertarás.
Así que tengamos como propósito diario el querer ser un poco más felices cada día, para así poder ser luz y felicidad para los que conviven en nuestro entorno.

Aprovecho para agradecer a Elena y Natalia el buen rato que echamos (como ves le he dado uso al bolígrafo). Y a Toñi por compartir su sabiduría conmigo. Os quiero.

miércoles, 15 de febrero de 2012

31

Lunes, 13 de febrero. Me despierto y medio dormida me dirijo hacia el baño. Me planto delante del espejo y me pongo a observarme: Canas, ojos hinchados, arrugas, manchas, pelo alborotado, algún que otro kilo de más....Pero...sonrio.
Ya tengo 31 años, y yo, soy de las personas a las que le encanta cumplir años. Y cada año que pasa, me gusta más. Acumulas vivencias, experiencias, sabiduría,...Y vas siendo más consciente de que la verdadera felicidad está en el ser, y no en el tener. Y que el amor es el mejor combustible para que funcionemos correctamente.
Canas, sí, dicen que salen por la falta de melanina que se va perdiendo con los años. Me extraña que no tenga el pelo peor con lo mucho que lo he castigado con mis constantes cambios de look. Corto, largo, rojo, rubio, negro, mechas, cortes asimétricos....Todo un camaleón, y cada uno ha marcado partes de mi vida que recuerdo con una sonrisa.
Arrugas en el contorno de ojos, y en la comisura de los labios, ...¡claro!. Si durante estos 31 años he reído y llorado muchísimo, sobre todo reído. Que la vida sin arrugar la cara es muy aburrida. Y yo soy de gesticular mucho. Si las arrugas marcan momentos especiales de mi vida, bienvenidas sean.
Los ojos hinchados, de dormir poco, o mucho...Sea lo que sea, seguro que ha sido por algo bueno.
El pelo despeinado, es de no parar quieta, es un defecto de fábrica...me gusta despeinarme con la vida...
Y mientras pueda disfrutar de mis amigos, del sol, el mar, las cervezoterapias, las risas, y los pequeños placeres de la vida,...No me importa cumplir años, ni despeinarme, ni arrugarme ni engordar.
Que la vida me traiga muchos años, salud para disfrutarlos y vivirlos con alegría y la gente buena a la que quiero. Que los años que vengan nos den fuerza para seguir cumpliendo. Para querernos más y querer más a los que nos rodean.
¡Feliz cumpleaños a mi!
Y GRACIAS a todos los que hacen que año, tras año, sea un día muy especial.

martes, 7 de febrero de 2012

100 cosas sobre mí.

Curioseando el Tumblr de una persona muy especial que conocí una de esas noches de "una cervecita y nos vamos" y te acaban dando las 5 de la mañana....Me encontré con esta idea curiosa, nada interesante, supongo, pero que me recordó a la forma que tienen en la película Amelié de describir a las personas....Diciendo cosas que les gustan y cosas que no. Yo, he querido hacer algo similar, pero con 100 cosas sobre mi persona. Me ha resultado, cuanto menos...y como bien dice Angela Dini, una forma de "ponerme a prueba"...Ahí va eso.

1. Me gustan las infusiones. De todos los colores y sabores. Creo que es casi una adicción.
2. Cuando me distraigo me toco el pelo.
3. Me gustan los días de lluvia. Sobre todo si llueve mucho, escuchar la lluvia desde la cama.
4. Uso gafas de cerca.
5. Soy muy nerviosa e impaciente.
6. Me gusta leer, pero no cuando supone una obligación.
7. Mis amigos me llaman "pato", no sé si por lo patosa, o por lo "gansa" :P
8. Adoro los gatos.
9. Odio ser alérgica.
10. Casi siempre estoy riendo, cuando no, lloro.
11. Soy muy soñadora, a veces, hasta me cuesta tener los pies en la tierra.
12. No soporto las injusticias.
13. Me gusta hacer regalos. Sobre todo manufacturados (camisetas, bizcochos,...).
14. Me gusta muchísimo el cine y la música. No creo que pudiese vivir sin ninguno de ellos.
15. Estoy como una auténtica regadera.
16. No me gusta hacer daño a las personas, animales o plantas.
17. Me gusta cocinar.
18. Soy terriblemente tardona y perezosa.
19. Creo que siempre se puede contar conmigo.
20. Me gusta mucho estar con gente, y conocer gente nueva.
21. Me encanta viajar, sobre todo con amigos.
22. No me considero especial.
23. Me gusta bailar cuando nadie me ve.
24. Adoro la comida picante.
25. Soy muy golosa.
26. De tanto madrugar, creo que ya, hasta me gusta.
27. Me cuesta mucho decir “no”.
28. Canto en el coche cuando voy sola canciones de los Beatles. Cuando voy acompañada, me dedico a despotricar al resto de los conductores.
29. Me asustan los insectos de gran tamaño.
30. Me relajan las manualidades.
31. Soy terriblemente ecléctica, puedo oír desde “Paquito el chocolatero” hasta “Prodigy”.
32. Me gusta imaginarme mi vida como en una peli antigua.
33. No me gusta conducir.
34. No sé montar en bici. Y me da mucha pena.
35. Me cuesta expresar mis sentimientos.
36. Sólo soy cariñosa, cuando siento de verdad.
37. Tengo dos talentos inútiles: Me sé la letra de casi todas las canciones que conozco y me acuerdo del nombre del 90% de mis alumnos.
38. De pequeña, me escondía detrás de las puertas a decir palabrotas en voz alta para escuchar como sonaban.
39. No aguanto la hipocresía.
40. No me importaría vivir en otra ciudad, siempre que tuviese mar. Aunque para echar raíces, me quedaría en Málaga, me tiene enamorada.
41. Me ahogo en un vaso de agua (a veces hasta de chupito).
42. Me gusta pisar las hojas secas y los charcos.
43. No me importaría casarme con Batman y vivir en la batcueva.
44. Me dan mal rollo encontrarme con aves muertas.
45. Mi número favorito es el 19.
46. Y mi color el verde.
47. Cuando estoy mal, procuro quitarme de en medio.
48. Me dan mucho asco los espárragos blancos y las aceitunas.
49. Me encanta el olor del café recién hecho.
50. Me gusta ser una friki.
51. Soy muy vergonzosa, aunque se demuestre lo contrario.
52. Me encantan los pijamas calentitos y totalmente anti-morbo.
53. El año que cumplí los 30, posiblemente fue el año mejor aprovechado de mi vida.
54. Echo mucho de menos a mis abuelos.
55. No me gusta pesarme.
56. Me fascinan las pelis de miedo de Vincent Price.
57. No le encuentro la gracia a Twitter.
58. Nací una hora antes del día de San Valentín.
59. Posiblemente, sea una de las personas más ñoñas que existe.
60. Soy muy llorona, me emociono casi con cualquier cosa, pero intento aparentar que soy “fuerte”.
61. Me gustan los zombies y los monstruos.
62. Mi asignatura pendiente es aprender a tocar un instrumento.
63. Tengo mucha imaginación.
64. Cuando era pequeña, le escribía la carta a los reyes magos pidiendo “un perro de verdad”.
65. No me cuesta nada hacer favores.
66. Me encanta la fotografía. Tanto hacer fotos, como verlas.
67. No soporto que me toquen la cara.
68. Siempre tengo las manos y los pies fríos.
69. Casi nunca me da fiebre.
70. Me asusta que puedan hacerme daño.
71. Tengo tatuada la huella de mi gata en la nuca.
72. Escribir me resulta tremendamente terapeútico.
73. Me cuesta mucho tomar decisiones.
74. Me gusta observar a las personas cuando voy en transporte público e imaginarme como son sus vidas.
75. Me gusta mucho caminar.
76. Aprendí a amar la cerveza el año pasado.
77. No soporto los días de viento, porque me quedo sn ojos…:P
78. Cuando hablo por teléfono dibujo flores y árboles.
79. Tengo una especial admiración por los calcetines de colores.
80. No soporto andar con tacones (de hecho no sé).
81. No soy nada sin mi familia y amigos.
82. No soporto que se me enrede el pelo.
83. Cada vez me importan menos las cosas materiales.
84. Me encantan los remedios naturales.
85. Amo todo lo que hace Tim Burton.
86. Soy muy payasa, sobre todo con dos copas de más.
87. En cuanto a bebidas “espirituosas” me quedo con el ron añejo (Legendario) con limón, el gin tonic de Bombay Saphire y el orujo de hierbas.
88. Me gusta el humor absurdo.
89. No aguanto las películas de Adam Sandler.
90. Me gusta escribir y dibujar en las pizarras.
91. No sé coser.
92. No tengo sentido de la orientación (más bien tengo sentido de la desorientación).
93. Me encanta hacer CD’s imposibles y que me llamen DJ “charcutera”.
94. Me encanta que me abracen.
95. No sé silbar.
96. No me gusta nada oír la flauta del “afilador”.
97. Colecciono broches de fieltro.
98. He trabajado en un burguer, una heladería, de monitora de talleres y campamentos, en una perfumería y en un cole. (Me quedo con el cole
J).
99. Adoro el invierno.
100. Mi madre me ha llegado a llamar “David Bowie” por mis constantes cambios de look.

jueves, 26 de enero de 2012

Silencio

Cuentan que yo tenía un blog que dejé descuidado...No sé si atribuir este abandono a falta de tiempo (lo cual, tampoco es muy creíble, dado que sigo en paro), falta de inspiración, o falta de ganas.
Quizás sea esta última la causa, unida a la falta de inspiración.
Lo que si es cierto, es que este año, no me paré a hacer balance del 2011, como suelo hacer al final de cada año. Para mi ha sido tan bueno, y lo he disfrutado tanto, que resumirlo me parece innecesario. He hecho referencia más de una vez, a una metáfora que siempre utilizo para referirme a los ciclos de la vida. Esto es, el compararla a una montaña rusa. Los años tienen subidas y bajadas, pendientes y depresiones. A veces varía la velocidad, la estabilidad, el cosquilleo del estómago, el miedo,...Pero a fin de cuentas, el viaje tiene una duración. Por lo que siempre hablo de "disfrutar" de lo que dure. Quedarnos siempre con lo bueno.
Por una serie de circunstancias, yo siempre hablo de mi experiencia, la vida me ha enseñado a asumir, que las bajadas pronunciadas, no duran eternamente.
Ayer, hablaba con una buena amiga sobre la importancia del silencio y del "no pensar". Y de lo que el pensamiento puede llegar a envenenarnos por dentro.
Me explico, porque no quiero decir con esto, que seamos todos cajitas vacías superficiales, que no "piensan".
Si no que el pensar "en exceso" o recreando situaciones pasadas que nos dañaron, puede acabar hiriéndonos más, incluso físicamente. Las cefaleas tensionales, los dolores estomacales agudos, úlceras, urticaria en la piel...Incluso estrés, o agotamiento. Por eso es necesario, tener unos minutos al día dedicados al descanso de nuestra mente.
Es necesario el tener espacio personal, estar solos con nosotros  mismos, en silencio. Evadirnos y disfrutar de nuestra soledad. Eso nos ayuda a ser mejores personas. No significa que queramos olvidarnos del mundo y de todos los que lo habitan, es simplemente el poder acoger nuestra independencia, como algo vital que nos ayuda a ser más generosos, solidarios y a amar a los demás.
Siempre me propongo no acabar soltando un sermón y derivo en ello con cada entrada....
Supongo que en el fondo me acaba saliendo. No digo que yo sea mejor ni peor que nadie, con ello no pretendo "enseñar" nada, soy más de querer aprender siempre, cada día, y de cada persona. Lo único que pretendo, es compartir experiencias.
Se ve que lo he cogido con ganas hoy, ¿eh?, o quizás que necesito un momento de silencio...