Cuentan que yo tenía un blog que dejé descuidado...No sé si atribuir este abandono a falta de tiempo (lo cual, tampoco es muy creíble, dado que sigo en paro), falta de inspiración, o falta de ganas.
Quizás sea esta última la causa, unida a la falta de inspiración.
Lo que si es cierto, es que este año, no me paré a hacer balance del 2011, como suelo hacer al final de cada año. Para mi ha sido tan bueno, y lo he disfrutado tanto, que resumirlo me parece innecesario. He hecho referencia más de una vez, a una metáfora que siempre utilizo para referirme a los ciclos de la vida. Esto es, el compararla a una montaña rusa. Los años tienen subidas y bajadas, pendientes y depresiones. A veces varía la velocidad, la estabilidad, el cosquilleo del estómago, el miedo,...Pero a fin de cuentas, el viaje tiene una duración. Por lo que siempre hablo de "disfrutar" de lo que dure. Quedarnos siempre con lo bueno.
Por una serie de circunstancias, yo siempre hablo de mi experiencia, la vida me ha enseñado a asumir, que las bajadas pronunciadas, no duran eternamente.
Ayer, hablaba con una buena amiga sobre la importancia del silencio y del "no pensar". Y de lo que el pensamiento puede llegar a envenenarnos por dentro.
Me explico, porque no quiero decir con esto, que seamos todos cajitas vacías superficiales, que no "piensan".
Si no que el pensar "en exceso" o recreando situaciones pasadas que nos dañaron, puede acabar hiriéndonos más, incluso físicamente. Las cefaleas tensionales, los dolores estomacales agudos, úlceras, urticaria en la piel...Incluso estrés, o agotamiento. Por eso es necesario, tener unos minutos al día dedicados al descanso de nuestra mente.
Es necesario el tener espacio personal, estar solos con nosotros mismos, en silencio. Evadirnos y disfrutar de nuestra soledad. Eso nos ayuda a ser mejores personas. No significa que queramos olvidarnos del mundo y de todos los que lo habitan, es simplemente el poder acoger nuestra independencia, como algo vital que nos ayuda a ser más generosos, solidarios y a amar a los demás.
Siempre me propongo no acabar soltando un sermón y derivo en ello con cada entrada....
Supongo que en el fondo me acaba saliendo. No digo que yo sea mejor ni peor que nadie, con ello no pretendo "enseñar" nada, soy más de querer aprender siempre, cada día, y de cada persona. Lo único que pretendo, es compartir experiencias.
Se ve que lo he cogido con ganas hoy, ¿eh?, o quizás que necesito un momento de silencio...
Estoy totalmente contigo en todo querida Patri,la mente ejerce un gran poder sobre nosotros que puede ser perjudicial,por ello cuando nos viene un pensamiento malo hay que intentar ser conscientes y cambiarlo inmedatamente por cualquier otra cosa que nos aleje de el,es difícil pero hay que trabajarlo.Un beso y me alegro verte de nuevo por aquí.
ResponderEliminarGracias, Merche!
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